Manacor

Manacor es una ciudad situada en el este de la isla de Mallorca. Es la segunda localidad más grande de la isla después de la capital, Palma, y se caracteriza por su fuerte identidad cultural, su actividad económica y la oferta de servicios para residentes y visitantes.

El pueblo conserva un conjunto patrimonial que refleja su trayectoria histórica y su crecimiento a lo largo de los siglos. Este patrimonio convive de manera armónica con zonas modernas y espacios públicos que fomentan la convivencia y la vida comunitaria.

Históricamente, Manacor fue conocido por su industria del mueble y la producción de perlas artificiales, actividades que dieron trabajo a muchas familias y situaron al pueblo en el mapa internacional. Hoy en día, estas industrias han perdido fuerza, pero su legado aún se conserva en algunos talleres y en la memoria colectiva.

Manacor mantiene viva una agenda cultural activa, reforzada por sus tradiciones y fiestas más representativas, que contribuyen a la cohesión social y mantienen vivo el patrimonio inmaterial del pueblo.

Son Macià

Son Macià se encuentra situado al sudeste del término de Manacor. Se originó a partir de la agrupación de población rural diseminada entorno a una parroquia, una escuela y un conjunto de casas, conocidas desde siempre como ses cases Grans o ses cases Velles de Son Macià.

El carácter eminentemente rural ha marcado, desde siempre, la base económica del pueblo que ha sabido conservar sus tradiciones y hoy disfrutan de ellas.

Dentro de la zona se encuentran un número considerable de yacimientos arqueológicos, como es el dolmen de Son Vaquer; cuevas naturales y artificiales, que sirvieron de lugar de enterramiento, como es el caso des Picot des Fangar; y del período talaiótico el importante poblado de s’Hospitalet Vell.

Son numerosas las posesiones y los oratorios o capillas en la zona de Son Macià. Una de les capillas que todavía están en el recuerdo de la gente de Son Macià es la entrañable Capilla de sa Mola Nova, pintada por nuestro sacerdote manacorí, Don Llorenç Bonnín. Antiguamente se hacían las tradicionales meriendas después de Pascua.