Cuevas situadas a ras del mar al final del paseo de la playa de Porto Cristo.
Hasta mediados del siglo XIX eran cuevas habitadas. En Porto Cristo se construyó el primer núcleo de población de la cala. Durante los primeros años del siglo XIX, ya nos consta la presencia de los pescadores en las cuevas. La ocupación se prolongó hasta el año 1888, cuando se fundó la Colonia del Carme. Se fijaron diversos núcleos habitados en aquellos lugares donde los acantilados y las cuevas ofrecían las condiciones idóneas para convertirse en vivienda: los acantilados de las cuevas Blanques o la cueva llamada del Patró Pelat, situada en los jardines del actual Club Náutico acogieron a los primeros habitantes de cala Manacor. Según Joan Riera Dalmau, los primeros pobladores fueron un grupo de ciudadanos que en la década de 1830 ya habitaban en la cueva del Patró Pelat (la familia de los Pelat no llegó hasta el año 1877, aproximadamente).
Las cuevas Blanques fueron acondicionadas hacia el año 1844 por Gabriel Fornés. Este núcleo estaba formado por la cueva de la Patroneta Perlines, con sus dos anexos. Eran cuevas de pequeñas dimensiones que en ocasiones no podían dar cobijo a toda la familia.